Meme ripioso
Romance en el que la autora se disculpa por no poder seguir un meme con la debida presteza
Un meme lanza Eduardo,
noble Tigre de Navarra,
a profesores de Lengua
de la blogosfera hispana
para que de ripios llenas
publiquen bellas entradas.
Bien quisiera yo atender
petición tan mesurada,
pero sosiego no encuentro
para poder arrostrarla.
Mi director me convoca,
mis dos hijos me reclaman,
mi marido me requiere,
el mi inspector amenaza
con evaluar mi trabajo
en fecha no muy lejana
y mis alumnos merecen
las clases bien preparadas.
Los post de los compañeros
se agolpan en la pantalla,
la bici que en el estío
tanto y tanto disfrutaba
yace ahora en el desván
herrumbrosa y oxidada
y de pruebas iniciales
mi mesa está abarrotada.
Soy mujer, esposa, madre,
profesora asalariada
y, por mano del demonio,
apasionada internauta
¿Cómo quieres, Eduardo,
que además esté inspirada?
Habrá que esperar, amigos,
momento de más holganza,
vacaciones o, tal vez,
un largo fin de semana
y, renunciando a la peli,
al amor o a la colada,
podré dedicar un rato
a afrontar tamaña hazaña.
Fantástico!!!
En serio, tienes talento!
Pues para tanto ajetreo, sales, pero que muy airosa del aprieto.
*Gracias por tu aviso
Hay algo en tus versos que recuerda a Sor Juana Ines de la Cruz, no se, espiritu combativo, maestria versificadora…
Tus versos son tan preciosos
como lo es el atender
tantas cosas a la vez
y tener ratos ociosos.
A mí me pasa lo mismo
que estoy muy atareado
que a veces dejo de lado
un poco de intimismo.
Mi hijo demanda ayuda
mi hija demanda juegos
mi esposa atención y mimos
y me quedo con la duda
¿para qué tanta tarea
si después viene la muerte
y te lleva su marea
cuando tienes tú la suerte
de estar con tu ralea.
Bueno, Elisa, el romance es espléndido. No sólo porque tiene gracia, sino porque inciorporas muy bien las convenciones del género: enumeraciones, repeticiones, paralelismos, antítesis, hipérboles… En fin, un buen ejemplo de «escribir al modo de…». Y los ritmos variados del octosílabo.
Podría realizar una declaración de falsa humildad, lo cierto es que reviento de orgullo y satisfacción por vuestros elogios, que agradezco en todo lo que valen por venir de quienes vienen, mis admirados compañeros blogueros. Aún mucho más agradecimiento a Eduardo, que ha conseguido que me lo pase estupendamente. Y a Felipe… no puedo resistir tomarle un poco el pelo, por ser tan profesional:
A Felipe que demuestra
ser crítico de gran mérito
se le olvidó comentar
un claro epíteto épico.
Dile a ese tu inspector
que te amenaza evaluante
que eres, Elisa, mujer,
de Armas tomar que combate
en justas justas poéticas
que son para ti acicate.
Y que no dejas por ellas
a ningún niño sin madre
examen sin corregir
ni desatendida clase.
Que evalúe estos tus versos
que sepa de tus donaires
que cante a gritos tus coplas
y recite tus romances.
Y si con ello no basta,
y persiste inspeccionante,
dile con remango alegre:
«¡evalúate tú antes»!
Un romance precioso, Elisa. Los alumnos se lo tienen que pasar bomba contigo.