Cumpleaños y natalicio
El 14 de enero pasado Actimoliner cumplió cuatro años a lo largo de los cuales ha ido sufriendo las transformaciones que su autora, blogvelera de pro según el impagable término acuñado por Carlos Cabanillas, le ha ido dando al hilo de sus cambiantes empeños y aficiones. Comenzó siendo una bitácora colectiva, en el que participaron otros profesores y también alumnos del IES María Moliner, para comentar e informar sobre las actividades extraescolares del centro en el tiempo en que me encargaba de coordinarlas; más tarde pasó a ser blog de profesora con entradas que trataban de asuntos más o menos relacionados con la profesión docente en general, con la literatura juvenil o de adultos, con algunas herramientas tic… como edublog que era se agregó al Planeta Educativo, al Directorio de Blogfesores y no sé si a algún otro lugar. No es que tenga muchos lectores, pero sí algunos, y todos ellos (y ellas) muy apreciados por mí. Puedo decir que la experiencia bloguera, tanto en cuanto a lectora como en cuanto a autora de este blog y de los que vinieron después ha cambiado no sólo mi práctica en las aulas sino incluso mi vida —en general para mejor, también me ha hecho ganar algunos kilos— y esto se debe a la estupenda gente que he conocido y que no nombro porque inevitablemente me dejaría a alguien en el tintero.
Hace aproximadamente un año y medio Javier Mije, en un taller del que hablé en otro lugar, me inoculó el veneno de la minificción y, como escribir implica desear ser leído, me atreví a publicar aquí algunos relatillos breves. La fiebre ha ido creciendo y no he podido evitar dejar huellas en algunas páginas y blogs de minificcionistas empedernidos, algunos de los cuales me han devuelto las visitas e incluso han tenido la amabilidad de incluirme en las listas de blogs a los que siguen. A partir de ese momento me hice consciente de que el carácter camaleónico de esta criatura había llegado demasiado lejos; nunca había prestado demasiada atención a los consejos de los expertos que recomiendan que para ganar lectores un blog debe ceñirse a un solo tema, pues tengo muy claro que escribo por gusto y que no voy a ganar un duro ni voy a ser famosa, pero en cambio me da cierto reparo pensar que una entrada en la que comente mi experiencia con un generador de cómics aparezca anunciada en un blog de minificción o que en Planeta Educativo se enlace una minificcion poco edificante ;). Por todo ello he considerado bastante maduro a Actimoliner como para tener su primer hijo, he utilizado una plantilla preciosa, la he decorado con fragmentos de El jardín de las delicias de El Bosco, lo he bautizado —de momento— como Pativanesca, he empezado a crear mi blogroll de sitios de minificción y allí iré colgando, mientras me dure la enfermedad, algunos microrrelatos, minis o historias mínimas, como ustedes tengan a bien llamarlos. De momento está en pañales, espero que me crezca sano y lustroso. Y, por supuesto, están invitados a visitarlo.
Powered by Qumana
Elisa, espero, sinceramente, que esta enfermedad te dure mucho mucho mucho tiempo ;)
Y la idea de un nuevo blog -al que ya le eché un ojo y pinta muy bien- me parece estupenda. Espero poder leerte allí con asiduidad. Tus minis -y no es un elogio gratuito sino la verdad- me gustan mucho, siempre tienen un plus, un algo que las distingue.
Un abrazo.
Gracias, Gabriel, creo que ambos intentamos que nuestras minis tengan un contenido que no sé si llamar existencial o simplemente humano, más allá del puro juego de ingenio, y esa coincidencia hace que disfrutemos leyéndonos mutuamente.
Me parece una decisión acertada que, en cualquier caso, no restará lectores, sino que los multiplicará. Esperamos seguir siendo fieles visitantes de esta «familia y uno más». Un saludo.
Yo también lo espero, Antonio, en la familia y uno más de este blog siempre has sido tú un miembro.
Hombre, es que en algún momento hay que plantearse la maternidad ; D…Felicidades por ambos acontecimientos: a mí también me parece acertado este alumbramiento. Un abrazo.
Gracias, Carlota, hay que buscarse hijos virtuales que nos den alguna satisfacción cuando los biológicos llegan a esa edad en los padres, madre en mi caso, se convierten en la diana del tiro al blanco.
Enhorabuena por la criatura, Elisa. Tú dirás que no, pero quién sabe, a lo mejor llega con un pan (que sea una hogaza enorme) debajo del brazo.
Espero ver pronto conciliada tu afición al microrrelato con tus habilidades versificadoras. Sería la repanocha: un nanocuento en tercetos encadenados, o en tetrástrofos monorrimos alejandrinos…
Eduardo, Eduardo, no me tientes que como me ponga ya sabes que tú vienes detrás.
Y algún proyecto tengo al respecto, lástima que de tiempo ando escasilla.
¿Qué decir, Elisa? Que en este tiempo he sido fiel seguidora de estos cambios que reseñas y que me alegro muchísimo del nacimiento de la nueva criatura, a la que veremos crecer y crecer…
Mis felicitaciones sinceras
Gracias, Lu, y yo seguidora fiel de tu blog y de tus experiencias docentes, que tanto me han servido, para bien de mis alumnos.
Elisa, yo te sigo allá donde vayas, soy fan de tus minificciones. Invítanos al bautizo, ¿eh?
Gracias, Silvia, bautizo no sé, pero sería estupendo coincidir alguna vez y poder tomar unas cañitas a la salud de nuestros blogs o simplemente a la nuestra.
Suerte y ánimos en esa nueva etapa bloguera. Me parece una acertada decisión separar esas facetas. Seguro que difrutaremos también de ese nuevo blog.
Gracias, Marian, compañera también en la afición a leer minis y a escribirlas, tú podías prodigarte más, porque el género se te da estupendamente.
¿Acaso dudabas de que por aumentar la familia nos ibas a asustar? Pues claro que te seguiremos en tu micro, mini o nanoafición. ¡Enhorabuena por el natalicio !