Homenaje a la Generación del 27
Con dos días de retraso, por motivos de fechas prenavideñas y compromisos varios, me sumo al homenaje propuesto por Toni Solano a la Generación del 27 con motivo del octogésimo segundo aniversario del homenaje a Góngora con este sencillo y emotivo poema de Concha Méndez dedicado al hijo que perdió. Porque ella fue compañera y amiga de muchos de los grandes poetas de la generación y una mujer valiente y generosa que merece ser recordada, por su vida y por su poesía
Se desprendió mi sangre para formar tu cuerpo.
Se repartió mi alma para formar tu alma.
y fueron nueve lunas y fue toda una angustia
de días sin reposo y noches desveladas.Y fue en la hora de verte que te perdí sin verte.
¿De qué color tus ojos, tu cabello, tu sombra?
Mi corazón que es cuna que en secreto te guarda,
porque sabe que fuiste y te llevó en la vida,
te seguirá meciendo hasta el fin de mis horas.
Elisa, yo también soy de las regazadas. Un poema desgarrador el de Concha Méndez. Siempre me conmovió cómo cuidó a Cernuda en sus últimos días. Un abrazo.
Conmovedor, palabras como desgarros.
Gracias.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Y en tu caso, Elisa, la dicha es inmejorable: un poema bellísimo de una poetisa que, como muy bien dices, merece ser recordada.
Saludos.
Que se nos note la presencia de las mujeres en la Literatura. Buena elección, Elisa.
Un saludo
Estremecedor.