El ruiseñor de Sevilla, de Lope de Vega
El próximo lunes volvemos al teatro. Esta vez será en el Centro Cívico, donde podremos ver una comedia de Lope de Vega.
El ruiseñor de Sevilla (1604-1608) pertenece a la etapa inicial del teatro de Lope de Vega y se clasifica dentro del grupo de las comedias urbanas que, ambientadas en las más importantes ciudades castellanas y españolas, desarrollan en su trama un enredo amoroso protagonizado por un galán y su dama que deben superar los obstáculos que se interponen entre ambos.
Lucinda, la protagonista, oculta tras la celosía de su ventana, ve desnudarse cada noche y vestirse cada mañana al joven Don Félix y se enamora de él a pesar de que su prima y confidente, enterada de sus amores, le advierte de que el galán no le conviene, pues tiene fama de mujeriego:
Es un mozo distraído,
que por cuantas [ve se] pierde,
porque él tiene el seso verde
y el pensamiento florido.
Cada noche le apedrean
mujeres a esas ventanas
tardes, noches, y mañanas
le rondan y le pasean.
Mala elección has tenido.
Pero Lucinda está dispuesta a conquistar al objeto de su deseo y, al mismo tiempo, a librarse del matrimonio no deseado que previamente le ha concertado su padre. Para ello recurrirá a una hábil estratagema: Pretextando que padece una enfermedad que sólo puede ser curada por canto del ruiseñor, consigue trasladarse a una habitación junto al jardín para poder escucharlo cada noche. El padre de Lucinda, engañado, ordena a los criados que se recojan temprano para que el pajarillo acuda antes al jardín, con lo cual facilita que Don Félix, a quien todos los criados llaman ya el ruiseñor, termine en la rama o, mejor dicho, en la cama de la dama. A partir de este momento se multiplican las escenas divertidas, provocadas por los equívocos que plantea la situación. Por ejemplo, el propio padre, satisfecho por la mejoría de la salud de su hija, llega a pedirle que le muestre
el árbol o flor
donde te causa alegría
este galán ruiseñor.
Dos son los atractivos de la comedia, en primer lugar, el personaje de Lucinda, que no por ser una heroína del siglo XVII deja de ser una mujer decidida y dispuesta a defender su libertad de elección amorosa y a superar todas las dificultades para conseguir a su amado; en segundo lugar, el humor y la agilidad que derrochó Lope de Vega en el desarrollo de la trama. Espero que pasemos un buen rato contemplando la representación.
Para saber más sobre el tema podéis consultar el interesantísimo artículo de Teresa Ferrer Valls Damas enamoran damas, o el galán fingido en la comedia de Lope de Vega, de donde he extraído la información sobre esta obra. Para conocer la evolución del teatro de Lope de Vega, aquí tenéis otro enlace.
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gracias, me ha servido para un trabajo para lengua y no hay nada por ahí.
Lo mismo digo. =)