Ciprés
14/04/2009
Marian y Felipe Zayas han publicado recientemente haikus; también lo hicieron, hace algún tiempo, los alumnos de Lidia en su blog; y yo, que últimamente estoy perdiendo la vergüenza, he decidido intentarlos. Aunque no lo parezca, son más complicados que las juguetonas octavas reales.
Alto el ciprés
hacia el cielo se eleva
como un dardo.
La raíz busca,
hundiéndose en la tierra,
el equilibrio.
Procedencia de la imagen: Ciudad de la Pintura
¡Se te da estupendamente! Bienvenida al club de los aficionados al haiku. Besos
Gracias, Marian, date una vuelta por los haikus de los alumnos de mi compañera Lidia, merecen la pena.
Son una gran escuela, aunque peligrosa: luego uno se vuelve taciturno y tiene la impresión de que todo el mundo habla demasiado. :P
Conste que has hecho trampa al fiar parte del atractivo a la imagen. (Lo que tiene otra cara: queda una nota muy bonita e internet no es todo palabra.) Lo digo solo porque el ejercicio más duro es el de solo tres versos, no dos haikus, tampoco un haiku con foto. (Eh, tampoco es que haya que castigarse. Lo digo solo por puro entusiasmo hacia esa forma.)
Un abrazo
Mujer, con tus artes, no debes tener vergüenza. Aunque… no sé qué digo. Yo no me atrevo.
Por una vez, creo que soy el primero:
¡¡FELICIDADES!!
A ver si este año nos podemos llevar una peonza. ^_^
Gonzalo, gracias por comentar en el blog de los niños, les va a hacer mucha ilusión. Desde luego que conseguir la desnudez y la pureza de un haiku y sin el apoyo de la imagen es mucho más difícil. No sé si me atreveré algún día.
Lu, será porque no quieres…
José Luis, ya nos gustaría, ¿verdad? Ahora nos toca esperar quince diítas.